Lo mejor del verano han sido ellas, mis chiquis, esas dos pequeñas maravillosamente inquietas y ajenas a cualquier opción de sosiego, a las que a sus días le faltan horas para jugar y no parar. El resto de lo que llevamos de verano se me ha pasado de largo con este calor inhóspito de crematorio, entre fuegos y llamaradas vengativas e imposibles, currículos viciados de mentiras mezquinas y este mundo nuestro, impasible en manos de gentuza que permite que los niños mueran de hambre y sed, donde nada crece y el agua solo lleva sal en sus entrañas. Así y todo, después de intentar colocar el despilfarro de juguetes y trastos en su sitio, he querido volver a escribir, pero la angustia y la indignación me han atenazado el resuello como una ardiente garra, haciéndome borrar párrafos y palabras llenas de una ira ácida, que se me hacía ilegible. Además, desde el amanecer echo de menos sus risas, sus protestas y su incansable ajetreo. Quizás me convenga esperar a otro momento.
LOS HIJOS DE VOX Desde mi ventana veo, subidos a un tejado, con este calor desolador, a un par de trabajadores que restauran pacientemente un viejo tejado. Al otro lado de la calle, unas máquinas resuenan con su insistente martilleo y varios operarios se afanan en abrir una profunda zanja, desenterrando a una vieja tubería de conducción de agua, que sustituyen por otra nueva. Todas estas personas, me consta, son de origen magrebí. A lo mejor, en Vox, no son de mirar mucho por la ventana, pero en cualquier caso, no me puedo creer que a todo Vox, no les entreguen en casa un paquete, ni les pinte la vivienda un pintor o les recoja en la esquina un chofer de un Uber, que no sea un migrante nacido en cualquier parte del mundo. ¿Y su servicio doméstico? Porque estos son de tener servicio doméstico, ¿llevan todas sus “chicas de servir” la marca España en la cofia o el delantal? Y cuando estas cosas ocurren, ¿qué hacen? ¿Rechazan el paquete, apartan la pintura a un rincón o se van e...
QUÉ DIFÍCIL ES MORIRSE CUANDO ESTÁS MUERTO Los tres enterradores de Pedro Sánchez no querían Ellos solo estaban en esto por dinero, mucho dinero, para medrar en lo que se pudiera y así seguir garruleando con el sexo fácil de alquiler. Nada nuevo en el mundo del corruptoman hispano de bragueta caliente. Equivocarse dos veces, con dos personajes del peso que han tenido Ábalos y Cerdán, da para dimitir de largo, sin que nadie te lo pida y no volver la vista atrás, sobre todo, antes de que todo vaya a peor. Tan poderoso pecado no lo limpia el perdón, ni merendarse media ejecutiva, como si se la hubieran impuesto, ni un buen dato de empleo o del PIB. El caso es que, en el manual de resistencia, no creo que haya capítulo alguno previsto para gestionar semejante destrozo y menos aún, contando con una soledad parlamentaria que no da para casi nada. Sin presupuestos, ni capacidad real de legislar, ahí está la reducción de la jornada laboral en el dique seco, sin ir más lejos;...
OFTALMOLOGÍA Santos Cerdán ha dejado, tras de sí, un rastro de manos quemadas y una herida insoportable. Pero estos dolores no nos son nuevos. Esperanza Aguirre no vio venir, y jamás pudo imaginarse, el paseíllo de varios consejeros suyos y de sus dos vicepresidentes por el angosto pasillo del módulo de ingresos de algunos penales cercanos a la capital. Tampoco M punto Rajoy, fue capaz de vislumbrar, o no se lo explicaron bien, el sucio lío en el montaje de la policía patriótica y de los espionajes varios en el que andaban metido su ministro, el famoso Villarejo y la inefable Cospedal, mujer tajante como pocas. Y por lo visto, tampoco Pedro Sánchez, anda fino de retinas, cuando sus dos secretarios de organización le han salido aprendices aventajados de los Gürtel, ayudados por un ex cortador de troncos que esconde, rematadamente mal, las cosas comprometedoras. El caso es que la vibrante intervención de José Luis Ábalos en la histórica moción de censura, contra l...
LA LEIRESFERA No hacía falta nadie más. Ojito, lo que llevaban intrigando, medrando y malmetiendo la fachosfera y todo el batallón mediático y judicial, que le es imprescindible, guiados por el pestilente olor que desprenden: los Koldo’s, Abalos y sus lumis, o el poco gallardo, Gallardo I de Extremadura; además de unos cuantos botarates que ansiosamente se rechupetean de las enormes ubres del poder; para al final, quedarse (la fachosfera) compuesta y sin novio. Eso les pasa por ansiosos y por tener un objetivo final tan mediocre y poco presentable como aupar al Palacio de la Moncloa, porque por sí solo no parece que pueda, al líder del PP y avalista sin límite de un tipo tan obsceno como Mazón. Cuántos recursos y sudores, para que llegue la tal Leire Diez y en un par de videos, le haga el trabajo de muchos años y les ahorre una ingente cantidad de tiempo y prisas Ella, solita, ha sido capaz de causar unos destrozos que ni este juez empecinado y otros más, han logrado tras meses y...
LA FORTUNA DEL TAHÚR Juan Carlos Manzano Para Alberto, ese gran telonero Gervasio Alcubilla Magín (1877 -1936), nunca anduvo sobrado de virtudes, pero tampoco fue un hombre plagado de grandes y graves defectos, si exceptuamos uno: el más influyente y decisivo para él. Gervasio Alcubilla era desesperadamente holgazán. Su padre, se empeñaba en llevarle contra la corriente de su propia naturaleza, y pretendía hacer de él un hombre de provecho, a base de atiborrar sus días de obligaciones y tareas, como hacía con el resto de sus hermanos, en el negocio familiar. . Pero el destino quiso, que Gervasio fuera señalado por la diosa Fortuna, quien le puso en bandeja una placentera y cómoda “virtud”: su increíble suerte en los juegos de azar. Gervasio nació en el pueblo de Villaverde, que en aquel entonces contaba con poco más de mil habitantes. Él fue el quinto, de los nueve hijos, seis de ellos, dentro del matrimonio, que le sobrevivieron, entre tantas fiebres y epidemias, al q...
E L APRENDIZ DE PUTIN Cuando Vladímir Vladímirovich Putin (Leningrado, 1952), dejó atrás el débil y confuso legado de su predecesor, Borís Yeltsin, la frágil e incipiente democracia rusa, caminaba sobre una diminuta bicicleta, pero de ruedines. El proyecto de democracia embarrancó, como suele pasar en estos casos, por el uso de sus sagrados principios; cuando, tras unas elecciones libres, apareció, desde la fría estepa, un tsunami en forma de una gran hostia: pero a cámara lenta. El tipo bajito, con hechuras de sabandija, pero listo y malo a rabiar, tenía un plan. Con la paciencia de un buen orfebre, fue engarzando las más valiosas gemas, puliendo metales y cortando lo que le sobraba, a su alrededor. Con artimañas de avezado reptil, metió en su particular coctelera: oligarcas, medios de comunicación, servicios de información y jueces, todo regado abundantemente con mucho nacionalismo populista. Pero todo ello de forma soterrada, sin grandes aspavientos, con el lento c...