Hay, y con razón, una cierta preocupación, no lo suficientemente extendida, por algunas sentencias que las últimas modificaciones del código penal están propiciando y donde es fácil observar un deterioro de determinadas libertades, muy especialmente la libertad de expresión. Atentos.
Esta semana santa, momento en el que los llamados católicos salen en bandada a lucir atuendo y palma, luego ya se borran del rito hasta el año siguiente, a saber, en modo creyente no practicante, han ocurrido algunas cosas que han recordado años de la tele en blanco y negro y el No-Do de obligado divertimento y aplauso.
Hemos vuelto a ver banderas, no me refiero al virus de balconear la españolidad, sino a banderas a media asta en edificios militares según nuestra ministra Cospedal experta ella en finiquitos raros, en señal de duelo por la muerte de Cristo. Entonces me pregunto; ¿si esto significa que los únicos que sienten este dolor son nuestro militar?, ¿y no, los del ministerio de educación, los de sanidad o los malotes de hacienda? , rancio hasta decir basta y apropiándose de un símbolo supuestamente de todos porque ella lo vale.
Seguimos con la semana santa y asistimos con rubor, yo al menos, al concierto que los Ministros Cantores de Málaga que con aire marcial y cabeza levantada a lo Millán Astray atronaron el cielo con “los novios de la muerte”, destacando por su ardor guerrero entre ellos nada más y nada menos que el ministro de educación. Aún tengo en mis maltrechas retinas imágenes de los ministros de Franco convenientemente repartidos haciendo credo y votos por esas procesiones de Dios. Para estremecerse.
Días antes, el presidente del Parlament de Cataluña, nos trasladó a la época de la lealtad inquebrantable, el caudillismo y donde Carlos Arias Navarro decía aquello de que Franco era un regalo del cielo a España, lastima, añado yo, que venía sin ticket regalo y no pudimos descambiarlo. Como decía, el Sr. Torrent que gasta un careto de pocos amigos, dijo creyéndoselo todo “ningún juez, ningún Gobierno, ni ningún funcionario tiene la legitimidad para cesar, y aún menos para perseguir, al presidente de todos los catalanes”, yo hubiera añadido y ninguna especie animal o vegetal o ser vivo sin identificar. Efectivamente el enviado de Dios a Catalunya, el oráculo de los dioses del Olimpo no puede ser tratado como cualquier mortal. Cielo Santo.
Mi madre decía, también en la época de la TV en blanco y negro, que no entendía cómo era posible que los hijos de los ricos, militares y funcionarios con mando en plaza todos tuvieran una carrera universitaria y además obteniendo unas notazas de lujo. Mi madre falleció hace ya algunos años, y es una lástima yo lo sé muy bien, me apena más si cabe porque ahora lo hubiera entendido por fin como era posible ese milagro, cuando hubiera visto a Cristina Cifuentes y su despreciable cuajo con sus notazas.
Hoy han detenido a unos pardillos de los denominados CDR (Comités de Defensa de la República), personal que se ocupa de abaratar los costes de los viajeros en algunas autopistas en Cataluña, que por cierto son concesiones de la Generalitat y que por los horarios de las valientes acciones que se nos gastan para reactivar la maltrecha economía catalana, hace pensar que trabajar lo que se dice trabajar en horario diurno al menos, poco o nada. Pues bien, a estos panolis, les han detenido por terrorismo y rebelión. Y porque no, el de crímenes de la humanidad, ya puestos. Recuerdo los periódicos, hoy desaparecidos de la época negra, Ya, Informaciones, Pueblo, con titulares como detenido por atentar contra la seguridad del estado a personas que cometían delitos como repartir el Mundo Obrero o gritar libertad en alguna esquina el 1º de mayo. Vamos mal.
Este popurrí de comentarios, mas el machismo y la violencia que entre los muy jóvenes se hace notar y mucho, debería hacernos más radicales en la defensa de la racionalidad en la educación, el civismo y la defensa de la libertad.
Y dejar en evidencia a tanto casposo.
Esta semana santa, momento en el que los llamados católicos salen en bandada a lucir atuendo y palma, luego ya se borran del rito hasta el año siguiente, a saber, en modo creyente no practicante, han ocurrido algunas cosas que han recordado años de la tele en blanco y negro y el No-Do de obligado divertimento y aplauso.
Hemos vuelto a ver banderas, no me refiero al virus de balconear la españolidad, sino a banderas a media asta en edificios militares según nuestra ministra Cospedal experta ella en finiquitos raros, en señal de duelo por la muerte de Cristo. Entonces me pregunto; ¿si esto significa que los únicos que sienten este dolor son nuestro militar?, ¿y no, los del ministerio de educación, los de sanidad o los malotes de hacienda? , rancio hasta decir basta y apropiándose de un símbolo supuestamente de todos porque ella lo vale.
Seguimos con la semana santa y asistimos con rubor, yo al menos, al concierto que los Ministros Cantores de Málaga que con aire marcial y cabeza levantada a lo Millán Astray atronaron el cielo con “los novios de la muerte”, destacando por su ardor guerrero entre ellos nada más y nada menos que el ministro de educación. Aún tengo en mis maltrechas retinas imágenes de los ministros de Franco convenientemente repartidos haciendo credo y votos por esas procesiones de Dios. Para estremecerse.
Días antes, el presidente del Parlament de Cataluña, nos trasladó a la época de la lealtad inquebrantable, el caudillismo y donde Carlos Arias Navarro decía aquello de que Franco era un regalo del cielo a España, lastima, añado yo, que venía sin ticket regalo y no pudimos descambiarlo. Como decía, el Sr. Torrent que gasta un careto de pocos amigos, dijo creyéndoselo todo “ningún juez, ningún Gobierno, ni ningún funcionario tiene la legitimidad para cesar, y aún menos para perseguir, al presidente de todos los catalanes”, yo hubiera añadido y ninguna especie animal o vegetal o ser vivo sin identificar. Efectivamente el enviado de Dios a Catalunya, el oráculo de los dioses del Olimpo no puede ser tratado como cualquier mortal. Cielo Santo.
Mi madre decía, también en la época de la TV en blanco y negro, que no entendía cómo era posible que los hijos de los ricos, militares y funcionarios con mando en plaza todos tuvieran una carrera universitaria y además obteniendo unas notazas de lujo. Mi madre falleció hace ya algunos años, y es una lástima yo lo sé muy bien, me apena más si cabe porque ahora lo hubiera entendido por fin como era posible ese milagro, cuando hubiera visto a Cristina Cifuentes y su despreciable cuajo con sus notazas.
Hoy han detenido a unos pardillos de los denominados CDR (Comités de Defensa de la República), personal que se ocupa de abaratar los costes de los viajeros en algunas autopistas en Cataluña, que por cierto son concesiones de la Generalitat y que por los horarios de las valientes acciones que se nos gastan para reactivar la maltrecha economía catalana, hace pensar que trabajar lo que se dice trabajar en horario diurno al menos, poco o nada. Pues bien, a estos panolis, les han detenido por terrorismo y rebelión. Y porque no, el de crímenes de la humanidad, ya puestos. Recuerdo los periódicos, hoy desaparecidos de la época negra, Ya, Informaciones, Pueblo, con titulares como detenido por atentar contra la seguridad del estado a personas que cometían delitos como repartir el Mundo Obrero o gritar libertad en alguna esquina el 1º de mayo. Vamos mal.
Este popurrí de comentarios, mas el machismo y la violencia que entre los muy jóvenes se hace notar y mucho, debería hacernos más radicales en la defensa de la racionalidad en la educación, el civismo y la defensa de la libertad.
Y dejar en evidencia a tanto casposo.
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