ÉVOLE, PASAR ESTA PANTALLA

El programa “Salvados” ponía encima de la mesa , en dialogo abierto con un grupo de adolescentes, la situación de indefensión asumida y reconocida que tienen muchas mujeres jóvenes y la docilidad incomprensible en algunos delicados aspectos en su relación con los jóvenes de su generación y por descontado la falta de inteligencia y empatía real con la que el género masculino sigue obcecado en practicar un dominio machista brutote y medieval , sin todavía entender que el cuerpo de una mujer y el de un nombre son diferentes y la clave del éxito, es que ambos encuentren su entendimiento libremente, sin opresión o presión alguna..

Hace 30/40 años en pueblos y barrios periféricos, (por favor, leer todo entre comillas) las mocitas guardaban celosamente la honra y el qué dirán, para no ser pasto de la difamación y de la mentira y de esta manera ganarse el respeto de pretendientes, vecinos y familia, en otras zonas de puro pijerío las cosas funcionaban de otra manera, el dinero o un apellido con sabor añejo y altanero, garantizaban respeto y reparaban gracias perdidas. Ahora, sin distinción de barrio, pueblo o condición, y en el dialogo promovido por Évole se puso de manifiesto, que la presión real a las chicas, curiosamente jaleado entre ellas mismas, es exactamente la contraria, cuanto antes mejor y puestos a aparentar, mejor lanzadita que recatada, aunque no sea del todo cierto, es decir, se le pone a huevo al genero masculino que ya domina la situación de entrada, aun antes de iniciar cualquier relación, mal vamos. Algunas de estas chicas confirmaban que en sus perfiles en redes sociales engordan a sabiendas la parte morbosa y más teóricamente provocativa, lo cual no les hace ningún favor ni a ellas ni al resto, es verdad que la sociedad  no lo pone fácil, pero parece claro que existe un inexcusable temor o comodidad  en asumir  y crecer con una identidad y actitud propia y hasta diferente.

En estas últimas décadas hemos pasado de un extremo a otro, sin pasar por las casillas o puntos intermedios, donde puede haber y las hay,  mucha vida y alternativas. Podría parecer y viendo el programa quedo esa duda en el aire, si todo esto es competencia exclusiva de ellas y de una adolescencia cada vez más temprana e inmadura, falso. Tambien se recurre al tópico de culpar al  porno que dicta unos comportamientos mas imitados y asumidos de lo que parece y a la falta de educación sexual. lo cierto es, sin negar la influencia de todo lo anterior, hay que educar en asumir el respeto a cada decisión u opción de quien sea y en cada momento. Se precisa poner remedio a la exasperante falta de civismo y educación, y dar cancha a los valores que nos convierten en personas decentes y consecuentes desde el colegio a casa y viceversa. La adolescencia necesita crédito y paciencia, desde la exigencia exenta de ñoñerías, para dar la oportunidad a cada persona joven y así facilitar la oportunidad real de ir moldeando su personalidad e identidad propia, asumiéndola sin complejo.

Chicas, el reto debe ser convertir cada día en ocho de marzo, y así si sería posible la igualdad real entre mujeres y hombres, una igualdad que lo masculino nunca lo pondrá fácil y poder cada dia empujar al rincón del pasado tanto machismo, tanto dolor y tanto miedo.

En fin Évole, hay que pasar cuanto antes la pantalla actual.