¡HARTOS, MUY HARTOS!

diciembre 16, 2018

Conseguir sacarnos de quicio, no es tan difícil, basta unos días de bochorno duro veraniego sin aire acondicionado y nos sale por los poros de la piel toda la sal y la mala leche que llevamos dentro.

Ni el té, ni la tranquila flema tan británica ella, lo paró, el hartazgo llevo a los ingleses del “Europa nos roba” a un Brexit que les tiene de los nervios y en caída libre con unos costes que ni ellos ni los “illuminati” que les mintieron y metieron en este lio saben hasta donde van a llegar.

Los franchutes se han dado cuenta que la clase media es un bluf, no existe, que siempre somos clase obrera, y esta, como aquí y en toda Europa, se ha visto empequeñecida y empobrecida después de una crisis tan capitalista como injusta. Y claro, hartos muy hartos, se han puesto un montón de chalecos amarillos y han montado la de dios, hasta acojonar al más moderno y chulito de sus políticos que ha perdido de manera dolorosa su inmaculada virtud.

Más al sur, por esta zona de la vieja Europa, seguimos perdidos y confusos, es verdad que la turbulenta escena política con unos episodios interminable de corrupción y con unos descerebrados que querían imponer una república bananera en una partida de póker, han enturbiado la visión de la realidad, y ha sido la excusa casi perfecta para que lo más visceral de los chicos de Aznar, hayan sacado las uñas y partido, proclamándose altaVox del hartazgo más patriótico, logrando colarse en las urnas para quedarse, por el momento.

La clave es buscar a alguien que empiece a desliar el inmenso error de la madeja que se montó el día 6 y 7 de septiembre en el Parlament. El actual inquilino del Palau está programado para el conflicto, solo una contundente medicación y mucha sal de frutas podrían rehabilitarlo, admitámoslo, solo nos queda el prior de LLedoners (Junqueras), que es el único que puede ordenar recoger la lona, retirar los payasos y terminar el circo cuya función ya dura demasiado. El prior de LLedoners no es el angelito que ahora se nos pretende vender, le ha retorcido, en muchos momentos, el brazo a la verdad hasta hacerla llorar sin inmutarse lo más mínimo, pero sabe que continuar con el empeño le conduce bajo la agria tutela de los lugartenientes de Aznar, que a día de hoy se frotan las manos ante una mayor confrontación y conflicto que lo justifique todo, porque Pedro Sánchez le ha puesto voluntad a la cosa, pero anda escaso de margen y para colmo sus votantes y los de Pablo, hartos muy hartos, han decidido, de entrada en Andalucía, no dar la cara, complicando sus respectivas posiciones, dejándoles maniatados ante cualquier osado atrevimiento, cosa que debería saber leer el Prior de LLedoners.

Y, para empezar, de entrada, aceptar como error que el concepto del dialogo no es sencillamente que te den sin pestañear lo que pides y punto, esto no es así en el mundo real.

¿O no?