Necesitamos a los Reyes Magos el 1 de febrero

Ni aun dejándoles unos días más para rectificar su reiterativo error de cada año, los reyes magos han vuelto a pifiarla con mis justas y merecidas peticiones; no news sobre mi esperadísima vuelta alrededor del mundo, ni del casoplón (in the first lane of the beach) en Zarautz y además, siguen sin lograr convencer a mi amigo Antoñito para ir a triunfar en la media maratón de Pyongyang. 

La música en el mundo suena mal, los instrumentos de la orquesta han caído en manos de los malos, agreden sin contemplaciones cada día nuestros oídos, intimidad, ahorros y sosiego. Trump, Putin, los mentirosos del Brexit, y mucho, mucho populista europeo, desafinan ante la humanidad, mientras los débiles lo son más en número y penurias. En resumen, el planeta respira más dióxido de carbono y más mentira, mucha mentira y mucho tonto que se la cree, lo que nos lleva a pensar que el calvario continuo va para largo.

En la zona ibérica, las mujeres están más inseguras que nunca, cunde el mal ejemplo, el mal gusto y lo más horrendo del machismo renace entre los que no peinan canas. Por lo demás, el patio esta para pedir la baja del DNI e irse….

La verdad y el futuro han desertado ante los VOX, Villarejo y la manada de políticos que son ridículamente muy malos, lejos, muy lejos de la nota media de cualquier sector profesional, menos en su empeño obsesivo en asolar nuestra ilusión y en el persistente esfuerzo en hacer florecer la manipulación sistemática y la falta de rigor. Miremos a izquierda, derecha, los que quieren abolir fronteras y los que quieren llenarnos de ellas, los nuevos o los de siempre, todos carecen de los principios de coherencia, proporcionalidad, justicia e interés general, elementos imprescindibles para un profesional de la política, sin mencionar al desaparecido carisma, que se ha convertido en la enésima especie que se ha extinguido para siempre. 

Llevamos semanas donde las noticias son sucesos, horrendos todos ellos, y hablando de “las propuestas” de Vox y aturdidos por el pérfido olor a cloaca que exhala el laboratorio del tal Villarejo. Solo la cobardía ha merecido la pena llamarse noticia, Errejon y su “espantá” y las declaraciones de Junqueras, diciendo ahora“que la unilateralidad no es posible” · Las dos son comprensibles, quieren salvar los muebles como sea, pero se les olvida que ser demócrata de verdad es ser consecuente y sino hay que hacer una “borbonada” y decir aquello de “lo siento me he equivoca no volverá a pasar”. El primero porque salta del avión cuando el copiloto ha ido al baño y tiene las manos ocupadas y el segundo porque él fue uno de los tenores de las bananeras operetas del 6 y 7 de septiembre, donde le importo un comino todo y todos, excepto los que le hacían el coro.

Así de mal estamos, o mejor dicho seguimos así de mal. La realidad es que casi todo lo nuevo que nos llega empeora lo anterior, por lo que quizás sea el momento o de irse al rincón del ring y protegerse bien para aguantar todos los golpes o pedir todos que vuelvan los reyes magos el 1 de febrero y que nos cambien tontería por talento y mentira por honestidad, y ya puestos, llévense a reciclar tanta basura como puedan, que nos sobra.

Yo de esos tres no me fio, que conste.