Para mis entrañables Antonio y Raúl, ¡Força!.
Guardiola y unos cuantos elementos más, claros referentes de un barcelonismo provinciano, muy dado a los odios y fobias infantiles y a las comparaciones ventajistas, hicieron expresos y acerados comentarios con la insana intención de devaluar la conquista de la champions, en una inútil comparación, respecto a la consecución del título de liga, llegando inclusive, y de manera muy forzada, a intentar diluir o rebajar el éxito del Real Madrid al conquistar tres champions consecutivas.
Guardiola y unos cuantos elementos más, claros referentes de un barcelonismo provinciano, muy dado a los odios y fobias infantiles y a las comparaciones ventajistas, hicieron expresos y acerados comentarios con la insana intención de devaluar la conquista de la champions, en una inútil comparación, respecto a la consecución del título de liga, llegando inclusive, y de manera muy forzada, a intentar diluir o rebajar el éxito del Real Madrid al conquistar tres champions consecutivas.
Es de suponer, que, en breve, estas privilegiadas mentes nos acercaran de nuevo a la verdad con su análisis del porque de este segundo desastre europeo de un equipo tan excepcional y con un dominio tan absoluto de la liga española, como el Barça, que es vapuleado y ridiculizado en Europa y no por la mínima precisamente. Porque sin tener que recurrir a Aristóteles y su lógica, si la liga es más difícil y complicada de obtener que la champions no se entiende como ganando la una pasa lo que pasa en la otra.
Al margen del agotamiento de un escenario y dado que el ciclo alcista y potente del futbol español a nivel de competiciones de equipos y también de selección, es ya historia, que nadie se le olvide el lamentable papel de la selección o del todo poderoso Real Madrid en esta última champions eliminado por la muchachada tulipanera, lo cierto es que, en esta eliminatoria, el equipo blaugrana nos ha dejado en la retina de los no expertos en este espectáculo algunas dudas, que los que saben probablemente no tendrán.
El Barça tiene, sin duda, al mejor jugador del mundo, pero su carisma como líder está en un off side de libro. Cuanto echamos ayer de menos, los que no sabemos, al gran Puyol, no solo en el cuarto gol, en todo el partido. Hay jugadores que sin ser imprescindibles o de una calidad suprema marcan la dinámica de un equipo y son capaces de imprimir un espíritu en el campo que logra transformarlos en mucho más de lo que son en realidad. Ayer hacía falta saber sufrir y estar convencidos, si alguien pensaba que Anfield iba a ser un trámite con una cierta tensión, se equivocó y mucho. Se echó en falta el carisma ante los grandes retos y quien lo esparciera y dirigiera entre los de amarillo-rotulador.
Y saber competir y aprender de la competicion, sí, las ligas europeas, y la champions especialmente, son competiciones diferentes, a las otras, y las otras (Liga y Copa) entre si igual, y hay que saber adaptarse a ese tipo de competición, no hace falta poner ejemplos n este sentido, ¿verdad?
La grandeza de ese espectáculo, es que de vez en cuando se hace justicia y el mejor gana, en este caso los chicos de Liverpool corrieron y corrieron tocándola con mimo y muy bien, arropados por una hinchada y un espectáculo coral que vale por si solo medio partido.
¡Qué noche la de aquel día!
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