Es vox populi, “tienes menos gracia que el anuncio de las alarmas”, que poquita gracia y cuanta sosería tienen los anuncios de alarmas, esas parejas que deciden poner una alarma en la cama con unas caritas mas propias después del enésimo gatillazo, todo un crisol de aburrimiento y languidez pastosa, aunque lo verdaderamente triste es que existan y que el paisaje este plagada de cartelitos de advertencia que pretenden parar los pies a los amigos del choriceo.
El alcalde de Madrid, es pequeñito, recogidito y con una carita de seminarista de libro y como el anuncio, aburre con verle y cuando tira de ironía o de argumentos, tiene la misma gracia que Paz Padilla, o casi.
El otro día en ese famosos rifirrafe con el “alférez engominado” de Vox, me temo que sin saber porque, se ha sobrevalorado su actuación, cuando en realidad fue decepcionante, porque después de aportar algún dato tremendamente real y de dejar clarísimo que el 8 de marzo es tabú para él, lo relevante para el alcalde en realidad era que sus colegas le salieran con una pancarta propia sin decírselo, llego a echarles en cara “es que ya habíamos quedado ayer….”. Con posterioridad se reiteró en su posicionamiento contrario al 8 de Marzo “de bonitos y bonitas”, se agradece el piropo (hoy tan denostados), para todos los que participan o se alinean con este movimiento mundial, pues eso, son bonitos y bonitas. No es por malmeter, pero entonces, ¿los que no están de acuerdo serán, feítos y feítas, o no?, lástima que no se lo preguntaran, hubiera sido un momento cumbre, sin duda.
Nuestro pequeñín alcalde, además de hacer el ridículo con Madrid Central, y eso que las medidas judiciales le han salvado de meterse en un lio que le hubiera hecho empequeñecerse aún más, y en un giro estratégico descomunal de la filosofía tan PPera de cuanto más tráfico, mejor, ahora nos sorprende con la propuesta de cierre total de la circulación rodada de la Puerta del Sol. Madrid Central iba a arruinar a todo el comercio del centro y ahora parece que no solo no va a ocurrir, sino que además cierra el centro del centro, hasta para el transporte público, curioso movimiento, que se agradece muy sinceramente.
Ahora bien tras esta sensata medida, que no cunda la alarma, volverá por su fueros.
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