
Quería haceros un regalo muy especial, a vosotros y a mi mismo, sí, a mi maldito ego y mi tan arraigado y profundo orgullo tan útil y tan sobrante, según el qué y el como. Un regalo que no ibais a comprender, pero que sé que os gustaría y en el fondo de vuestros corazones sentirías el orgullo que tantas veces vuestras miradas me dijeron a voces, solo oídas y entendidas por quien os sentía tan cerca y tan adentro.
La idea ya surgió el pasado año, pero como en estos últimos años, los avatares del cuerpo y los imponderables de la salud me lo habían impedido, correr un medio maratón con el único objetivo de llegar a la meta y sentiros allí conmigo, despreciando tiempos y objetivos que no fueran otros que vuestra cálida compañía y hasta poder imaginar vuestras sonrisas, cada una con su matización y escenificación, pero todas ellas tan soñadas, recordadas y anheladas.
A pesar de los innumerables problemas musculares y del escaso tiempo, estaba mas que disponible y dispuesto por dar lo mejor de mi por conseguir el reto y hacer de ello una fiestra en pleno centro del Madrid que a algunos tanto os gustaba y ha otra, nunca consiguió conquistar y camelar.
Me temo, que aunque aun falte mas de un mes, no voy a poder intentarlo, otra vez la salud me ha vuelto a sacar de la carrera y me ha dejado en las puertas de ese sueño que tanto interés tenia por compartir con vosotros. No todo el mundo es capaz de hacerlo con 60 años y yo quería ser uno de esos locos, ya mayores, que tanto nos gusta ponernos las zapatillas y hacerle un poco de burla a la edad y a la vida.
Correr tras ese sueño no ha sido suficiente para alcanzarlo, el final ha sido no llegar a la salida, aunque os aseguro que en el momento que pueda lo intentare, por vosotros, que tanto me habéis enseñado y tan poco he aprendido.
Un beso.
No hay comentarios
Publicar un comentario