La reforma laboral del 2012 se creó por un gobierno que luchaba contra una demoledora estadística del paro, que mensualmente dejaba ver sus vergüenzas, después de tanta promesa mentirosa y con los primeros esbozos de la epidemia de corrupción que carcomía su credibilidad y nuestro dinero. Una de las grandes genialidades ocurrentes de esta ley, fue la creación del trabajo “¡¡ oh sorpresa!!”, la cosa funciona así: el currito llega, a poder ser, a su hora al trabajo, sin saber si ese día trabajará, una, tres o seis horas ……o ninguna, de sopetón, así va esto. ¿cabe mayor innovación e inventiva en la contratación laboral? Es una forma imaginativa de condenar a una vida sin planificación posible al prójimo y de actualizar el concepto de esclavitud, demasiado estereotipado por las películas de los algodonales sureños.
Otro efecto muy reconocible de esta reforma fue potenciar la salida al exterior de miles y miles de titulados universitarios, que huían, como alma que llama el diablo, del temible contrato basura. Los otros, los que se quedaron aquí con o sin titulo académico superior, pasan sus días en un mercado laboral, que solo basta con preguntar a amigos conocidos y familia para entender sus enigmáticas y desconocidas ventajas.
El ultimo efecto, nada secundario, de esta reforma laboral, ha sido confirmar que en los dos partidos que conforman el gobierno español, hay poca o ninguna vida inteligente. Acordar a escondidas, a pocas fechas del inicio de la comisión en el congreso para la reconstrucción, entre otras de la responsable económica del gobierno, la derogación, imposible y menos ahora, de la calamitosa reforma laboral, asombra por su torpeza. Aunque parezca inverosímil, han callado y mandado al paro a la oposición, con este tiro que se han dado en el pie o autogol, dejando en evidencia el discurso amable de su presidente, quien pedía, con razón, consenso, dialogo y unidad frente a la adversidad actual y futura.
Claro que hay que revisar y adaptar el modelo productivo y el marco laboral, a un futuro diferente y eso no se hace simplemente derogando, si no construyendo una alternativa coherente, justa y equitativa de amplio acuerdo social, y mucho menos con este comienzo, así no.
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