Tan solo mil enredos en el ovillo
Koldo, Begoña y todo lo suyo, más la Complutense, Ábalos y el Golondrino (Aldama), Air Europa, el Fiscal que no es tan general y ahora Lobato y su notario, y todo con un estrecho y limitado margen de maniobra en el Congreso de los Diputados y los presupuestos en el aire cálido de este otoño irreverente, además de una posDANA que reconstruir con un cadáver-fantasma llamado Mazón.
Todo ello rodeados, de cientos de francoinformadores que armados de micrófonos, multifiltraciones (*) y redes social disparan antes de apuntar o apuntan después de disparar, salvo honrosas y profesionales excepciones.
Oiga, ¿y así es posible, o alguien se cree capaz de pensar en gobernar?
No parece posible que nadie, en medio de este monumental ovillo enredado, sea capaz de desbrozar donde nos queda la verdad o que ha sido de ella. Lo que sí parece bastante probable es que este telúrico lodazal, con manguerazo incluido, para ensuciarlo más, como hacia Clemente cuando entrenaba al Athletic Club de Bilbao, está regalando el máximo de oxígeno enriquecido a quienes viven, crecen y se reproducen por y del barullo, ajenos a cualquier disimulado intento de proponer algo: la ultraderecha parlamentaria o no, que inflama peligrosamente la carótida de muchos de nuestros vecinos a los que les pesa discernir por si solos.
Y entonces, ¿Qué?
Calma, tan solo hay mil enredos. Continuará
(*) Llegara un momento que las filtraciones se producirán unos minutos antes que el hecho en sí, al tiempo.
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